lunes, 18 de abril de 2016

Meditación

"Me encuentro en un tiempo y un espacio diferentes".
La meditación, un estado en el que el cuerpo está relajado, la mente está tranquila y vivimos las sensaciones del momento.
 A todos nos pasa cuando las condiciones son adecuadas: tal vez cuando estamos acariciando a un gato, escuchando musica, dando un paseo ó disfrutando de una taza de té.
Sin embargo, cuando las condiciones no son las adecuadas, no podemos desconectar sin tener conciencia de otra cosa que no sean nuestras ideas, preocupaciones y obsesiones.

Esos tranquilos momentos no siempre aparecen con facilidad; lo más frecuente es que lo hagan cuando algo nos llama la atención. Es en esos momentos cuando la mente está concentrada y no va de una cosa a la otra. Concentrar la mente es el secreto de la meditación.
Meditamos concentrándonos en algo, que se transforma en nuestro objeto de meditación. Cualquier cosa sirve, pero lo más corriente es que las personas mediten sobre la respiración, una misma palabra repetida, una flor o una imagen mental. Hacemos un ligero examen que nos ayuda a distanciarnos de nuestros pensamientos.
Esto es algo que se puede hacer fácilmente durante unos pocos segundos, pero la mente enseguida quiere más diversión y empieza a pensar otra vez.
El reto consiste en dejar que los pensamientos vayan y vuelvan al objeto, una y otra y otra vez. Cada vez que dejamos de lado un pensamiento, la mente se siente más libre.
Cuando intentamos meditar, el mundo no desaparece y nosotros no nos sumergimos en el olvido. Algunos pensamientos siguen apareciendo, un dolor de cabeza puede permanecer y los ruidos nos pueden distraer. De todos modos, poco a poco se vuelven menos molestos y nos sentimos más cómodos.

La meditación es mucho más que una técnica de relajación; también sirve para aclarar la mente y mantenerse alerta. Nos volvemos más sensibles hacia nuestros propios sentimientos y los detalles del mundo que nos rodea. A esta capacidad mental la llamamos «conciencia». Es lo que distingue a una persona que medita de otra que simplemente está relajada.
Si meditamos unos minutos cada día, los resultados pueden ser profundos y tener larga duración. A medida que nos sentimos más relajados y conscientes, cada aspecto de nuestra vida se puede beneficiar.

Te invito a  intentarlo por tí mism@ a ver qué pasa...

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